Valdelarco y su población cuya historia, tal como hoy la conocemos, se inicia cuando las tropas cristianas reconquistan estos territorios a los escasos musulmanes que los poblaron. Estamos en pleno siglo XIII, y una nutrida colonia de hombres y mujeres del norte, principalmente del Reino de León, acuden para establecerse en estas tierras de la «frontera del sur».
Sin embargo, existen ruinas de una pequeña necropólis próxima al pueblo del siglo VI a. de C. que suponen una señal inequívoca de asentamientos humanos en esta zona de la Sierra de Aracena.
Es a finales del siglo XVIII, coincidiendo con una época de cierta prosperidad y aumento de la población, cuando se plantea conseguir la separación de la villa. Ésta se formalizó el 25 de Abril de 1773 mediante un Real Privilegio de Exención concedido por Carlos III, previo pago de 675.000 maravedíes.
La población de Valdelarco ha entrado en un proceso de estabilización, que no llega a significar un crecimiento, pero sí es cierto que se aleja del fantasma del abandono, y ha comenzado una etapa de mejoras evidentes en las condiciones de vida de sus habitantes, derivadas de la existencia de una nueva actividad: el Turismo Rural Sostenible.
No obstante, en Valdelarco la población no se ha librado de la fiebre de la construcción que se ha extendido por toda España. Nativos y foráneos han rehabilitado parte del caserío con dispar resultado. En este caso la protección legal de la que disfruta ha impedido que fuera destruido por operaciones de corrupción urbanistica.
Las casas rurales de Valdelarco no sólo ofrecen una estancia placentera, sino que permiten conocer el casco antiguo de esta población, que ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico desde mayo de 1983 y Bien de Interés Cultural desde junio de 2004.